Quién es Carlos Ferrer

Soy un rolero nato que, después de su vuelta al rol en 2016, ha ampliado su afición a la creación de materiales roleros. Nací en Torrent en 1979 y ya a los 12 años apunté maneras haciendo una especie de proto-juego de rol inspirado en Hero Quest, los librojuegos de Timun Mas de D&D y lo que yo creía, de oídas, que era un juego de rol. Los hermanos mayores de mis amigos no tardaron en mostrarnos la verdad, y a los 14 ya estaba jugando a La Llamada de Cthulhu, mi primer juego y el que más he dirigido en mi vida. Máster en la mayor parte de las ocasiones, hasta los 23 años, cuando dejé la afición, pasaron por la mesa sobre todo Stormbringer, RuneQuest, Cyberpunk 2020, Kult, Vampiro: La Mascarada, Traveller, Paranoia y Fading Suns.

La nostalgia y la posibilidad de jugar online volvieron a acercarme al hobby y relanzarme como rolero, esta vez alternando con más frecuencia el puesto de jugador y de director. Posiblemente lo que más haya jugado en los últimos años haya sido La Llamada de Cthulhu (por supuesto), el Rastro de Cthulhu, Aquelarre, Savage Worlds, Ars Magica, Blacksad y Vampiro, aunque la variedad ha sido inmensa, desde los más clásicos a propuestas más narrativas, como sistemas PbtA. Y por supuesto Tierras Quebradas.

Todo nació como parte del sueño de todo rolero de hacer su juego ideal. Quería hacer un Stormbringer sin sistema porcentual, que se adaptase a mis gustos y necesidades. Cuando me quise dar cuenta, tenía en mis manos un texto con mucho trabajo detrás, tanto en sistema como en ambientación, que consideré publicable.

Mi Reinos Jóvenes, como se llamaba, despertó interés editorial, pero se tropezó con la cuestión de los derechos de autor. Ante la perspectiva de tirar todo el esfuerzo a la basura, utilicé el sistema que había creado con una nueva ambientación, que aunque de aroma moorcockiano, era completamente original. Fruto de este trabajo nació Tierras Quebradas.